El puff es uno de los accesorios para el hogar más versátiles a la hora de amueblar, tanto desde una perspectiva decorativa como práctica. Se pueden colocar en cualquier estancia y darle un montón de usos diferentes.
¿Quieres saber todo lo que puedes hacer con un puff?
Motivos para tener un puff
Un puff (o puf) es un sillón bajo y sin respaldo. Está cubierto por una tela rígida que puede ser de diferentes materiales como tela, cuero, ganchillo, rafia, etc. Generalmente, tienen forma redondeada y están rellenos de un material blando, que puede ser más o menos mullido, según el modelo.
Podría compararse, por su forma y su estructura, con un cojín grande, pues hay muchos diseños que descansan directamente sobre el suelo, aunque también hay modelos con pequeñas patas que mantienen la esencia original del mueble.
El primer antecedente al puff es la “silla sacco” que se inventó en Turín en 1968. Pero veamos, más detalladamente, las razones por las que todos deberíamos tener un puff en casa.
Ligeros y fáciles de transportar
Por su tamaño y sus características es un mueble que se puede transportar con facilidad para colocarlo en una estancia o en otra según lo necesitemos. Nuestro modelo Kento cuenta además con un asa incorporada en un lateral que lo hace aún más cómodo para llevarlo a cualquier zona de la casa.
Increíblemente versátiles
Un puff es un mueble complementario que queda perfecto en cualquier estancia: en el salón, en el balcón o la terraza, en un dormitorio infantil, incluso en el baño para dejar las toallas o sentarse tras la ducha para aplicar la crema hidratante.
Los usos que se le pueden dar son múltiples, así que es un accesorio tan práctico que una vez que lo tienes, no te explicas como habías podido vivir si él.
Asientos extra
También nos ayuda a conseguir más asientos en un espacio sin recargar la estancia visualmente, como si puede ocurrir con las sillas.
Son pequeños, y ocupan poco sitio, de forma que, si no se están usando, se pueden guardar o colocar en una esquina para mantener el ambiente despejado.
Nuestro modelo Camilo es amplio y con unas patas de madera finas, elegantes y ofrecen un asiento cómodo y estable.
Perfectos reposapiés
¿Quieres que tu familia deje de apoyar los pies en la mesa de centro? Un puff es la solución perfecta.
También es ideal para colocarlo frente a una butaca y conseguir un rincón maravillosamente acogedor para leer en una postura bien cómoda.
El modelo Angus tiene forma cilíndrica, una altura y una textura perfectas para reposar las piernas. Además, hay varios colores de temporada a elegir para que sea más fácil combinar con el sillón.
Aportan un toque de color
Por supuesto, no podíamos dejar de mencionar el aspecto decorativo de este tipo de muebles. Se trata de pequeñas piezas perfectas para aportar color a cualquier parte de la casa. Los modelos bajos y muy redondos, como nuestro puff Jasón, son ideales para darle un toque cozy y boho a ese rincón del salón, por ejemplo.
Otros modelos con tejidos especiales con algún tipo de textura, pueden conseguir una decoración elegante y original. Un buen ejemplo es el modelo Saúl, que encaja perfecto en un dormitorio, para descalzarse o como asiento frente al tocador.
A los niños les encanta
Los puffs tienen algo que a los niños les encanta, sobre todo los que están rellenos de material blando, y son moldeables, y permiten tumbarse en el suelo y acomodarse en ellos en diferentes posturas. En estos casos, además de ser un mueble accesorio, puede cumplir una función de juguete.
Nuestro modelo Cocoon es perfecto en salones como también en habitaciones, gracias a su original forma redondeada y su estampado geométrico, resulta tan cómodo como decorativo.
Como ves, tener un puff en casa es un acierto por muchos motivos. Funcionan bien en espacios grandes y pequeños, y siempre encontrarás un puff a medida de tus preferencias y necesidades. Si quieres saber más, echa un vistazo a nuestra web donde podrás encontrar una bonita selección de puffs.
Deja una respuesta